El desayuno del viernes #07

Hoy retomo los desayunos de los viernes a lo grande, aunque no haya gofres, ni pancakes, ni croissants franceses... Pero me he levantado tarde y me he puesto un súper desayuno, ¡que hay que empezar a celebrar el finde! Y por eso estoy aquí, me apetecía mucho tomarme un vasito de leche contigo y contarte qué tal todo. ¡Ha pasado mucho tiempo!

Últimamente he estado muy ocupada. Estamos ultimando el próximo número de Good Mood y eso siempre nos tiene un poco secuestradas. No puedo avanzarte el tema sobre el que girará, pero sí te puedo decir que va a ser genial.
Tenemos un montón de colaboraciones interesantes y un montón de temas chulos...

También he estado muy metida en la carrera. Ya te conté hace unas semanas (quizá ya meses) que me he matriculado en Magisterio de Primaria. Hace unas poquitas semanas tuve los primeros exámenes y... madre mía, ¡había olvidado lo mal que se pasa! Nunca he sido mala estudiante, pero tampoco había estado cinco años sin levantar un boli (más allá de la lista de la compra o dibujar, claro). Me ha costado y no he sacado todas las asignaturas que tenía, pero he cumplido bastante bien con mis objetivos. Deséame suerte para las que he dejado para septiembre, ¿vale?

Mis labores de madre también han tenido que ver en mi desaparición. La enana gordocha está muy rebelde y nos trae de cabeza, ¡pero se nos cae la baba tanto como perdemos los nervios! Está claro que nacemos con nuestra propia personalidad y carácter. Me encanta porque intuyo que Isabel no tendrá algunas debilidades de carácter que yo sí tengo, pero me aterra porque también la veo muy... antipática. Cuando ve a sus tíos, que por culpa de la distancia es de uvas a peras, no se deja ni abrazar, ni coger, ni nada de nada (esperemos que la llegada de Jimena le venga bien).

Y hablando de Jimena... eso también está dándome mucho que hacer. ¡Ya estoy de 5 mesazos! Es increíble lo despacio y desapercibido que está pasando este segundo embarazo, pobrecita mía. Menos mal que ella no se da cuenta de nada. Intento explicarle a Isabel qué va a pasar pero es tan pequeña que no se entera de nada. Lo único que consigo es que me toque el ombligo y se ría, lo cual también está muy bien y nos acabamos riendo todos.

Ay, y mis casitas del alma... ¡Qué alegrías me están dando! Hace poco, como de repente, encontré finalmente mi estilo y todo empezó a encajar como un puzzle perfecto. Aparecí recomendada en un par de cuentas "grandes" de Instagram y la gente empezó a llegar, a seguirme y a comprar. Espero que siga yendo igual de bien, porque ya me he hecho amiga de las dependientas de Correos. ¡Sería una pena acabar con esta bonita amistad! Podéis ver mis casitas de arcilla aquí (¡al menos las que siguen disponibles, porque últimamente vuelan!).

Bueno, pues ya está todo. Espero no tardar tanto en volver a pasarme por aquí, porque me gusta mucho hacerlo. Tengo en mente una renovación completa de la web (finalmente he descubierto que no soy blogger, sino miniarquitecta de colorines), pero preferiría no esperar a tenerla lista para volver a escribir.

Te voy dejando, que tengo que seguir la celebración. Mañana es mi cumpleaños (¡29 ya!) y ayer gané el tercer premio del desafío Opitec organizado por Handbox. ¡Qué subidón!

Y tú, ¿qué has estado haciendo estas semanas? ¿Cosas interesantes? :)